Colorantes en alimentos pueden exacerbar la colitis

De acuerdo con un nuevo estudio, las nanopartículas de dióxido de titanio (TiO2), un pigmento blanco usado en medicinas, pasta de dientes y como aditivo alimentario (E171), pueden causar inflamación y daño a la mucosa intestinal.

 

Investigadores de la Universidad de Zúrich (UZH, Suiza) realizaron un estudio en ratones de tipo salvaje para investigar los efectos del TiO2 sobre el desarrollo de la colitis. También se estudiaron los efectos proinflamatorios de las nanopartículas del TiO2 en cultivos de células epiteliales intestinales (IEC) y en macrófagos, así como la capacidad de los cristales de TiO2 para atravesar las monocapas de IEC y acumularse en la sangre de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Para ello, los investigadores utilizaron espectrometría de masas de plasma acoplada inductivamente.

 

Los investigadores se concentraron en un complejo específico de proteínas que se encuentra dentro de las células, el receptor de dominio de oligomerización de unión a nucleótidos, el inflamasoma que contiene el dominio de pirina (NLRP3), un complejo de proteínas que es parte del sistema inmune no específico. Si el inflamasoma de NLRP3 es activado por los componentes bacterianos, puede desencadenar una reacción inflamatoria que protege contra los agentes infecciosos. Pero de la misma manera, NLRP3 puede ser activado por pequeñas partículas inorgánicas, con resultados potencialmente negativos. Por ejemplo, si se forman cristales de ácido úrico en las células, la inflamación conduce a la gota.

 

Los resultados mostraron que el TiO2 puede penetrar tanto en las IEC humanas como en los macrófagos, y puede desencadenar mensajeros inflamatorios. Además, los pacientes con EII de colitis ulcerosa, cuya barrera intestinal está interrumpida, tienen una concentración aumentada de TiO2 en su sangre. Cuando se administraron nanopartículas de TiO2 a ratones, se activó el complejo NLRP3, lo que condujo a una fuerte inflamación intestinal y un mayor daño a la mucosa intestinal. Además, los cristales de TiO2 se acumulan en los bazos de los animales. El estudio fue publicado en la edición de julio de 2017 de la revista Gut.

 

“El dióxido de titanio induce la formación de especies reactivas de oxígeno (ROS), así como la inflamación in vitro e in vivo”, concluyeron el autor principal, el profesor de gastroenterología y hepatología, Gerhard Rogler, MD, y colegas. “Estas partículas pueden ser absorbidas de los alimentos bajo ciertas condiciones de enfermedad. Sobre la base de nuestros resultados, los pacientes con una disfunción en la barrera intestinal tal como se encuentra en la colitis deben abstenerse de alimentos que contienen dióxido de titanio”.

 

La prevalencia de EII, incluyendo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, ha estado en aumento en muchos países occidentales durante décadas. Las enfermedades son causadas por una reacción autoinmune excesiva contra la flora intestinal. Además de los factores genéticos, los factores ambientales como el estilo de vida occidental, especialmente la nutrición, juegan un papel esencial en el desarrollo de estas enfermedades intestinales crónicas.