Una tecnología de lapiceros inyectores optimiza las técnicas de inyección

La Aguja Pen Nano de segunda generación de BD (Franklin Lakes, NJ, EUA) fue diseñada para ayudar a los diabéticos a mitigar los riesgos derivados de la variabilidad de la fuerza de inyección mediante la implementación de una base de agujas contorneada que compensa las fuerzas variables de inyección de los pacientes concentrando primero y luego distribuyendo la presión cerca del lugar de la inyección, para lograr una profundidad objetivo más confiable para la inyección de cuatro mm. El aumento de la precisión da como resultado una reducción de hasta ocho veces en el riesgo calculado de una inyección intramuscular.

Las características adicionales incluyen un diseño de confort PentaPoint de 5 biseles, que se ha demostrado clínicamente que entra en la piel más fácilmente que las agujas de 3 biseles, brindando una inyección más suave y cómoda. La tecnología EasyFlow de pared extra delgada que aumenta la tasa de flujo de insulina, hace que las inyecciones sean más fáciles y convenientes, incluso para personas con problemas de fuerza en las manos y una técnica óptima que ayuda a la inyección con una sola mano en todos los sitios comunes, incluidos los brazos, los muslos, el abdomen y las nalgas, y sin requerir un estiramiento de la piel.

“El lanzamiento de lapiceros inyectores BD Nano de 2da generación, refuerza el compromiso de BD de proporcionar las soluciones más avanzadas posibles para que las personas con diabetes puedan a lograr un mejor manejo clínico del uso de la insulina”, dijo Stanislav Glezer, MD, MBA, vicepresidente mundial de asuntos médicos para BD “Además de los beneficios clínicos agregados que trae la última innovación de BD, las nuevas características ergonómicas del lapicero inyector pueden ayudar a las personas a sentirse más cómodas con su experiencia de inyección”.

El grosor promedio de la piel varía de 1,6 a 2,4 mm dentro de los cuatro sitios de inyección más comunes. Para ser absorbida apropiadamente, la insulina necesita ser inyectada en la capa de tejido subcutáneo, justo debajo de la piel; pero si se profundiza, la dosis puede penetrar en el músculo, lo que no solo causará dolor, sino que también acelerará la absorción de insulina, con el resultado de que se puede provocar una hipoglucemia.

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